martes, 24 de noviembre de 2015

Lo que el frío provoca

Hablando del frío, todos sabemos lo que nos provoca en el cuerpo, en algunas ocasiones nos llega a provocar hipotermia (es el descenso involuntario de la temperatura corporal por debajo de los 35°C (95°F) medida con un termómetro)

Si hace mucho frío, la temperatura corporal desciende bruscamente; una caída de sólo 2°C puede entorpecer el habla y el afectado comienza a amodorrarse (adormecerse con un sueño pesado). Si la temperatura desciende aún más, el afectado puede perder la consciencia e incluso morir.
Muchas personas a nivel mundial mueren cada año a causa del frío.


Nunca en mi vida había examinado lo que las palabras frío, tibio o caliente, significaban para Dios. Había leído el versículo de la Biblia que dice: 
"Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca"
APOCALIPSIS 3:16 (RV1960)
Sin ponerme a pensar lo que cada estado significa ante los ojos de Dios.

Hablemos del frío: La persona que se encuentra en el estado "frío", es la que no distingue entre lo bueno ni lo malo.
"En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios"
2 CORINTIOS 4:4 (RV1960)
Son las personas que no han conocido a Dios o tal vez si lo han conocido pero ya no sienten nada; nada los toca. A tales tampoco les interesa cambiar su estilo de vida; se sienten bien donde y como están. A ellos no se les puede llamar Cristianos -- Son impíos.

Se cree que Albert Einstein dijo alguna vez: "el frío es la ausencia del calor, y el pecado es la ausencia de Dios"Sin duda estas palabras no las vamos a encontrar en la Biblia, pero aún así contienen una verdad Bíblica; al alejarnos de Dios nos enfriamos y pecamos.


El frío provoca que el Espíritu se entristezca
"Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención"
EFESIOS 4:30 (RV1960)

Nos enfriamos cuando nos comportamos como los gentiles. Nos enfriamos cuando no practicamos lo que Cristo nos enseñó. Cuando nos comportamos como los gentiles y no como Cristo, nos enfriamos y entristecemos al Espíritu que Dios nos dio.



El frío provoca que pequemos contra Dios
"No apaguéis al Espíritu"
1 TESALONICENSES 5:19 (RV1960)

Nos enfriamos cuando deliberadamente apagamos el Espíritu, este versículo en 1 Tesalonicenses es un mandamiento no una opción.
1 JUAN 3:4 (RV1960) dice: "Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley", Así es que pecar es violar la ley de Dios.

Hemos recibido el Espíritu de Dios al bautizarnos:
"Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo"
HECHOS 2:38 (RV1960)

Aparte de pecar contra Dios, perdemos nuestra oportunidad de llegar al cielo.


El frío provoca separación total de Dios
"Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio"
HEBREOS 6:4-6 (RV1960)

Aquellos que han disfrutado del calor de Dios somos los Cristianos, en Dios tenemos vida y protección. Dios ofrece protección, pero nosotros podemos decidir si quedarnos o no.
El frío puede provocar que no queramos nada más con Dios, por consecuencia no queremos arrepentimiento.

Dios perdona al que se arrepiente:
"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiera pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo."
1 JUAN 2:1 (RV1960)

Pero Dios no perdona al que no quiere arrepentirse (este es aquel que se ha enfriado por completo)

La separación total por causa del frío espiritual, tendrá consecuencias en la eternidad:
"En llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de terna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder"
1 TESALONICENSES 1:8-9 (RV1960)


Conclusión
Recordemos la verdad Bíblica, que el frío es ausencia del calor y que el pecado es la ausencia de Dios. Si usted ya ha participado del calor de Dios y se ha enfriado, recuerde que Dios lo puede perdonar si usted está arrepentido, pero también, sino se arrepiente quedará excluido de la presencia de Dios en la eternidad. O si usted no ha participado del calor de Dios, de su perdón y todas sus bendiciones, le animo a que considere todas las cosas buenas que usted recibirá estando cerca de Dios, usted recibirá el Espíritu de Dios, el cual es el sello para ir al cielo.

Le animamos a que se arrepienta de sus pecados y que sea bautizado para recibir el perdón de pecados y el don del Espíritu Santo.


Dios le bendiga hoy y siempre...




Original por Azael Alvarez

jueves, 19 de noviembre de 2015

La importancia de volver a nacer

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”
JUAN 3:3 (RV1960)



INTRODUCCIÓN
Cada persona está siendo llamada a través de la exhortación bíblica hacia una nueva vida, cuyo propósito en términos claros es experimentar un cambio radical del corazón y en su manera de vivir.






1. Conceptos Erróneos acerca del Nuevo Nacimiento:

1.1. "Hago lo que puedo para ser bueno."
Esta idea enseña equivocadamente que el nuevo nacimiento depende del esfuerzo humano y no del poder de Dios.
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios
JUAN 1:13 (RV1960)

1.2. "Soy tan malo que no creo poder cambiar."
Esta idea nos trasmite un profundo pesimismo y desconfianza en el poder regenerador de Dios y de su Espíritu Santo por la Palabra.
El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas
SANTIAGO 1:18 (RV1960)

1.3. "Después que me entregué al Señor cometí pecados, no tengo remedio."
Es necesario comprender que aun después de haber experimentado el perdón y la restauración de Dios, no quedamos exonerados de pecar, porque el nuevo nacimiento no es una perfección sin pecado.
Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado
1 JUAN 1:7 (RV1960)






2. Definiciones Bíblicas:

2.1. Regeneración: (gr. paliggenesía). Esta palabra implica literalmente volver a dar vida o dar un nuevo comienzo en la vida, el cual es precedido por el arrepentimiento.
Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu
TITO 3:5 (RV1960)

2.2. Nueva Criatura o Nueva Creación: (gr. kainé ktisis). La palabra griega denota a alguien que fue creado nuevamente o por segunda vez. A partir de allí lo pasado no es tomado en cuenta.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas
2 CORINTIOS 5:17 (RV1960)

Tampoco los ritos externos.
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación
GÁLATAS 6:15 (RV1960)

2.3. Volver a Nacer: (gr. genneténai anóten). Esta frase solamente aparece en el capítulo 3 del evangelio de Juan, que significa "nacer de lo alto" esto hace alusión a la intervención del poder de Dios.

2.4. Pasar de Muerte a Vida: (gr. metabébeken ek tou tanatou eís ten zoén). El verbo gr. enseña que existe una transición de un estado a otro, ambos son completamente opuestos, en este caso la muerte y la vida.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida eterna
JUAN 5:24 (RV1960)






3. Evidencias del Nuevo Nacimiento:

Vamos a señalar 3 evidencias importantes que aparecen en la primera carta de Juan:

3.1. Justicia: Aplicada al creyente, esta palabra hace hincapié en la conducta, la cual debe ir en conformidad con la voluntad de Dios (obediencia). Esta voluntad incluye la acción de evitar el pecado, porque su nueva naturaleza hace que el pecado sea incongruente con su nueva vida.
Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él
1 JUAN 2:29 (RV1960)


3.2. Amor: La naturaleza del amor de Dios se revela en sus hijos, porque hay una nueva relación no solamente con sus hermanos en la fe sino con todos los hombres.
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
1 JUAN 4:7 (RV1960)


3.3. Fe: Una fe que persevera, revela una nueva relación entre el creyente y su Dios. Esta fe no es un simple ejercicio mental, sino una genuina apropiación de las promesas de Dios en su Palabra y también una re orientación a la fe en Jesucristo.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él
1 JUAN 5:1 (RV1960)







4. La condición del Nuevo Creyente:

4.1. Posee una nueva identidad como hijo de Dios y heredero de su reino.
Más a todos los que le recibieron, a los que creen, en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios
JUAN 1:12 (RV1960)

4.2. Posee un nuevo sentido de pertenencia como hijo de Dios.
Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres
1 CORINTIOS 7:23 (RV1960)

4.3. Posee una nueva esperanza gracias a la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos
1 PEDRO 1:3 (RV1960)

4.4. Posee un nuevo comienzo en cuanto al perfeccionamiento de su fe y madurez espiritual en un proceso gradual de menos a más.
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo
FILIPENSES 1:6 (RV1960)


4.5. Finalmente la Biblia enseña que el alcance de la regeneración será cósmico, con un efecto total sin comparación.
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios, porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora, y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿A qué esperarlo?
ROMANOS 8:20-24 (RV1960)

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne
EZEQUIEL 36:26 (RV1960)




Conclusión:
Dios, nuestro Creador amoroso nos enseña a través de su Palabra que nadie puede entrar a su reino, ni siquiera mirarlo, si no nacemos de nuevo.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios
JUAN 3:3 (RV1960)

domingo, 15 de noviembre de 2015

El carácter Cristiano

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
EFESIOS 4:11-16 (RV1960)


Introducción
Es entendido y aceptado comúnmente que la vida cristiana no tiene su fin en el nuevo nacimiento, ya que esto solo es el inicio de un caminar o crecer “hasta que todos lleguemos…a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo(EFESIOS 4:13). Cuando una persona acepta a Cristo; nace en la familia de Dios y su estado espiritual es el de un bebe.

“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
JUAN 1:11-12 (RV1960)

En la situación cada bebe espiritual está en la capacidad de crecer, no de una manera deformada, sino integralmente así como “el autor y consumador de la fe” esto es Cristo. Por lo tanto la vida del Creyente tiene que ser Formada, Moldeada, y Grabada a la Imagen de Cristo. En términos generales se podría decir: Que el carácter que Cristo reflejó en su estancia aquí en la tierra; debe ser el mismo que cada cristiano debe reflejar.


Para un mejor entendimiento de lo que es el carácter Cristiano lo definiremos bajo tres puntos:




I. Definición de Carácter
La palabra Carácter viene del vocablo griego “Charakter” o “Charassa”, que significa Grabador. Y literalmente significa “la marca grabada en una cosa que la distingue de las demás”.
Carácter Significa: Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe. En el sentido de cualidad moral se refiere al modo de ser peculiar y privativo de cada persona. El modo de ser es el conjunto de rasgos y costumbres adquirido por herencia, salud, educación, amigos, el medio ambiente y otras influencias.

Cristiano: el término “cristiano” viene del vocablo griego “Cristianos” que significa perteneciente a la vida de Cristo.

Resumiendo las dos palabras: Carácter Cristiano es grabar o esculpir la vida de Cristo en el creyente, a fin de que refleje a Cristo en cada área de su vida.






II. Definición Bíblica
En este punto analizaremos algunos términos Bíblicos que nos dan ideas claves acerca de la formación del carácter de Cristo en Los Creyentes.

a)  CREZCAIS
“Deseas, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”
2 PEDRO 2:2 (RV1960)

Esta raíz griega “Auxano” que significa: “Crecer, aumenta, multiplicar”. Este término se refiere al crecimiento saludable de un organismo, hasta dar el fruto deseado o esperado. En una planta ella debe de crecer hasta el momento de llegar a dar el fruto esperado, en un ser vivo, su crecimiento es hasta llegar al punto de reproducirse. La vida cristiana normal debe ser una vida de crecimiento. El plan de Dios es que el creyente avance de fe en fe de la infancia a la madurez hasta el punto de poder reproducirse en otras personas.

“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”
ROMANOS 1:17 (RV1960)


b)  FORMANDO O TRANSFORMAR
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”
GÁLATAS 4:19 (RV1960)

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”
ROMANOS 12:2 (RV1960)

Esta raíz griega “Morpho” que significa “Formar”. En este término está implícito un cambio de carácter esencial a semejanza de Cristo. Nosotros concebimos la vida cristiana como una “vida transformada”, pero no es eso. La vida que cristo nos ofrece es una “vida intercambiada”, en el sentido de que ya no es la nuestra, sino la de Cristo reproducida o formada en nosotros, esta no es una vida que tengamos que reproducir nosotros, es la vida de Cristo reproducida en nosotros.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí””
GÁLATAS 2:20 (RV1960)


Con sus características y sus obras:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”
MATEO 11:29 (RV1960)

“De cierto, de cierto os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre”
JUAN 14:12 (RV1960)

La imagen de esta palabra es la de un alfarero dando forma o labrando la arcilla
“¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la tierra! Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?, o tu obra: ¿No tiene manos? ”
JUAN 14:12 (RV1960)


c) VESTIRSE O REVESTIRSE
“Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que así mismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”
COLOSENSES 3:10-15 (RV1960)

El concepto que presenta Pablo en este término es el de despojarse de la ropa sucia o viejo hombre (Características de la forma de vida antigua), y vestirse del nuevo (las características del nuevo). Implica un cambio de actitudes según Cristo.

“Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”
ROMANOS 13:14 (RV1960)

Estos tres términos Crecer, formar, y vestirse son las bases principales para enseñar que la vida cristiana implica una semejanza con cristo o manifestar en nuestras vidas el carácter de Cristo.





III. Definición Descriptiva
Carácter Cristiano es grabar o formar la vida de Cristo en el creyente, a fin de reflejar a Cristo en cada acto nuestro y cumplir el propósito que Dios mismo ha marcado para nosotros.
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”
JUAN 13:35 (RV1960)

Esta es la marca grabada en cada creyente que en verdad ha gustado de la gracia del Señor.




Conclusión
Por carácter cristiano se debe entender la semejanza nuestra con Jesucristo, lo que implica el reto más importante de la vida cristiana, siendo también nuestro mayor objetivo. Ya que lo que nos identifica como hijos de Dios habitados por el Espíritu Santo no son los Dones, sino los frutos los cuales revelan que hay sabia Divina corriendo en nuestro Ser. Sea pues nuestra meta ser un retrato viviente de Cristo en esta tierra.

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”
1 JUAN 3:2-3 (RV1960)


Dios les bendiga...

miércoles, 11 de noviembre de 2015

¿Qué decisión tomar en momentos de crisis?


“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad, como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros, quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad.”
COLOSENSES 1:1-11 (RV1960)

A Jairo le inquieta la vida cristiana, su primer contacto con las enseñanzas del Señor Jesús ocurrió una tarde que regresaba a casa del trabajo. Buscaba una estación de radio agradable y de pronto le llamó la atención un expositor. Lo dejó ahí. El hombre dio una dirección urbana y anunció que el domingo siguiente tendrían reunión después de las nueve de la mañana.
Comenzó a asistir pero pronto su sed de aprender le llevó a escuchar a un predicador que se llamaba asimismo la “encarnación humana de Jesucristo”, sustentaba sus tesis con Escrituras y le pareció interesante seguirlo a él. Pronto estaba inmerso en las propuestas heréticas.

Su fidelidad a esa corriente religiosa le duró hasta que oyó hablar de una denominación en la que todos los asistentes, recibían “profecía” y podían conocer qué ocurriría. Le sonó sumamente interesante y se dijo: “¿Por qué no experimentar?” Y allí estuvo por un tiempo.
Hoy Jairo recorre las calles con una organización que tiene su propia versión de la Biblia, distribuye revistas, cree que el Espíritu Santo es una “fuerza activa” y niega que Jesucristo sea Dios.



¿Adónde ir?
Usted se preguntará: “En medio de tantas corrientes religiosas, ¿adónde ir?”.
Es un interrogante comprensible porque se han levantado sinnúmero de filosofías y enseñanzas que pretenden ser cristianas y que conducen al error.
Encontrar el camino correcto comienza con una búsqueda sincera de Dios a través de la oración y el estudio sistemático de la Biblia. Es tanto como regresar a la fuente primaria, no contaminada, que proviene de lo alto. Al fin y al cabo en la redacción de los libros sagrados intervinieron hombres inspirados por Dios.

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”
2 TIMOTEO 3:16 (RV1960)

“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2 PEDRO 1:21 (RV1960)

Para orientarnos con fundamento en esa brújula que nos guía en el sendero apropiado, le invito para que estudiemos unos cuantos versículos de la carta del apóstol Pablo a los Colosenses. Se trata de una epístola escrita cuando estaba en la cárcel de Roma, hacia el año 62 d.C.

La iglesia enfrentaba múltiples errores de orden doctrinal en las que intervenían los planteamientos del gnosticismo y de la filosofía secular. Era necesaria la intervención de este siervo para poner las cosas en orden.
Colosas era una ciudad de Asia Menor, próxima a Laodicea que se vio afectada positivamente con el escrito “Saludad a los hermanos que están en Loadicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.” COLOSENSES 4:15 (RV1960), 160 kilómetros al este de Éfeso.
Fue fundada sobre las márgenes del río Licos, y si bien es cierto no era tan popular como Laodicea, jugaba un papel importante por tratarse de un centro comercial. Fue poblada por numerosos judíos cuando se produjo la persecución de los Antíocos III y IV, 200 años antes de Cristo.

Ahora, usted se preguntará, ¿cuál era el problema? Que al agnosticismo que estaba en boga preconizaba que para ser aceptado por Dios se necesitaba cierto conocimiento especial; de igual manera se habían infiltrado doctrinas según las cuales los ángeles jugaban un papel determinante para tener un acercamiento a Dios. El apóstol Pablo enseña entonces que Cristo pagó por el pecado del hombre; nos reconcilió con Dios, y nos da el modelo y el poder para crecer espiritualmente.

Junto con las epístolas a los Filipenses, los Efesios y Filemón, la de Colosenses es una de las que se conoce como “cartas del cautiverio” porque el apóstol Pablo estaba preso en Roma.

El llamamiento al ministerio
Le invito para que estudiemos la carta del apóstol Pablo a los Colosenses, en el capítulo 1; pero antes, tomemos nota de las siguientes historias:

Bernardo pastorea una congregación de veinte personas en los suburbios de Santiago de Cali. No tienen sillas sino unas butacas de madera y una mesa, bastante desconchada, hace las veces de púlpito. En ocasiones las ofrendas que se recoger le alcanzan a duras penas para transportarse hasta su casa. Durante la semana trabaja vendiendo calzado, en el centro de la ciudad. Dice que soporta esta situación, desde hace cuatro años, porque siente un sincero llamamiento de Dios a servir en su obra.

Por su parte Rodrigo trabaja pero donde ve dinero. Se considera un excelente pastor y por tanto, congregación que requiera sus servicios, se lleva un ministro de lujo a la nómina. En este momento no está vinculado a ninguna iglesia porque —para ser sincero— no han podido pagarle lo que vale su trabajo.

Dos historias que ilustran a quien realmente ha sido llamado por Dios a servirle en la extensión del reino, y aquél que es “voluntario”, es decir, que por la búsqueda de estatus, vinculación laboral o simplemente embelequería, se involucran en el pastorado o en el liderazgo.

Cabe preguntarnos, ¿Realmente has sido llamado por Dios para servirle? Sin duda Él te llama a vivir en Cristo, pero ¿sientes que fuiste convocado a pastorear o estar al frente de un ministerio?

El apóstol Pablo estaba consciente de este llamamiento y escribió: “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios” (versículo 1 a).
El término “apóstol” significa “elegido y enviado”, de ahí que debemos examinarnos para determinar si en efecto sentimos ese llamamiento. La evaluación nos dará una explicación de por qué razón, tal vez, no estamos dando lo mejor de nosotros.


 Intercediendo por las almas
Quien realmente ha sido “llamado” por Dios y no está como “voluntario” en la obra, se preocupa por las almas que tiene a cargo. El apóstol Pablo es un ejemplo de lo que acabamos de decir ya que escribe a los creyentes de Colosas: “Siempre orando por vosotros…” (Versículo 3).
Clamar por los hijos espirituales es una actitud constante; es pararnos en la brecha por los creyentes. Las oraciones se orientan a que reciban protección divina, que experimenten crecimiento espiritual y también de Dios (véase el versículo 9), entre otros motivos.



Fe en Dios, igual a testimonio
Si le comparto la historia de Gregorio Suárez, el borracho de San Pachusco, un pueblecito al norte de Trujillo, en el Perú, usted comprenderá la estrecha relación entre la fe en Dios y el testimonio.

Este hombre era tremendo, pero cuando conoció a Jesucristo como Señor y Salvador, se produjo en su ser una transformación que se hizo notorias a todos. Hoy es conocido como un cristiano experimentado que busca aprender más y más de Él cada día, mientras lleva unas excelentes relaciones interpersonales.

Este asunto fue abordado por el apóstol Pablo cuando escribió: “…habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús” (versículo 4 a).
Al creer en el Hijo de Dios, permitiendo que Él obrara en ellos, se produjeron cambios notables a tal punto que sigue escribiendo: “…y del amor que tenéis a todos los santos” (versículo 4 b).
Quien ama a Dios necesariamente ama a su prójimo porque ve en él a alguien por quien Jesús murió en la cruz. El Espíritu Santo que mora en nosotros nos lleva a experimentar ese amor (véase el versículo 8).
El proceso transformador se desencadena cuando recibimos el evangelio transformador de Jesucristo (versículos 5 al 7).



 En la voluntad de Dios
Siempre me han sorprendido los pilotos. Su capacidad de conducir un avión de una ciudad a otra con decenas de pasajeros a cargo. Ellos cumplen una misión y están sujetos a unas normas. No podemos concebir un piloto que lleve la aeronave al destino que él quiere. Siempre hay un punto final especificado con antelación, en el que debe aterrizar.

Igual el cristiano. No nacimos para movernos como queremos sino para Dios. Al conocer Su voluntad, nos movemos en ella y le somos agradables, como escribe el apóstol Pablo: “…para que andéis como es digno del Señor…” (Versículo 10 a). Si estamos en el centro mismo de la voluntad de nuestro amado Padre, llevaremos fruto: “…agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra…” (Versículo 10 b).




La verdadera fuente de poder
Cuando nos volcamos al estudio cuidadoso del primer capítulo de la carta del apóstol Pablo a los Colosenses, aprendemos principios interesantes. Uno de ellos, que no debemos luchar en nuestras fuerzas sino en las de Dios, porque de Él proviene nuestro poder.

El autor sagrado escribió: “Fortalecido con todo poder, conforme a la potencia de su gloria” (versículo 11 a).
¿Para qué ese poder? para superar las pruebas y para mantenernos perseverantes en el andar cristiano… La vida cristiana se compone de principios que vamos aprendiendo y los cuales, una vez interiorizados, se hacen poderosos en nuestro ser y nos llevan a crecer y fortalecernos para llevar fruto.