sábado, 31 de octubre de 2015

Perseverando en la Palabra


El cristiano sabe que la fuente de su fe y de su persistencia en el camino es la Palabra de Dios, la segunda carta de Pedro nos da por lo menos tres razones para perseverar en la palabra.

Perseverar en la palabra para:
01.- Participar de lo divino
02.- Reconocer a los falsos maestros.
03.- Estar listos al regreso del Señor.




01.- PARA PARTICIPAR EN LO DIVINO

Participar en lo divino es participar de sus promesas: Sin perseverar en su Palabra no es posible.

“Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a cargo de la concupiscencia.”
2 PEDRO 1:4 (RV1960)

“preciosas y grandísimas promesas”, son las promesas de vida abundante y eterna, por tanto el resultado de las promesas preciosas de la salvación es que los creyentes se convierten en los hijos de Dios en la era presente por lo cual participan de la naturaleza de Dios y toman posesión de su vida eterna.


Condiciones para participar en lo divino:

“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.”
2 PEDRO 1:5-8 (RV1960)

Si estas cualidades cristianas no están presentes en la vida de un creyente, será imposible distinguirlo de un malhechor o de un creyente superficial, pero cuando estas cualidades aumentan en la vida de un cristiano, se da la manifestación “de la naturaleza divina” dentro del creyente.

El que no acata las condiciones:

“Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.”
2 PEDRO 1:9 (RV1960)

“tiene la vista muy corta; es ciego”, Un cristiano de profesión que carece de las virtudes mencionadas en 2 PEDRO 1:5-8 es incapaz de discernir su condición espiritual verdadera y por ende no puede tener la seguridad de su salvación.






02.- PARA RECONOCER A LOS FALSOS MAESTROS

La palabra nos ayuda a reconocer los falsos maestros que salen de entre nosotros:

“Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado.”
2 PEDRO 2:2 (RV1960)

“Y muchos seguirán sus disoluciones.” Muchas personas profesarán ser cristianas pero negarán el señorío de Cristo sobre la vida de cada una de ellas al negarse a vivir como siervos obedientes de Cristo y su palabra y seguir en cambio los deseos de la carne, el mundo y el diablo. Por trágico que sea, esos cristianos nominales serán incluidos en la condenación a que el Señor someterá a los hipócritas en el juico (Léase también MATEO 7:21-23)

La Palabra nos ayuda a entender su conducta:

“Y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores, mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. Pero éstos hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición.”
2 PEDRO 2:10-12 (RV1960)

Los falsos maestros no pueden ir más allá de sus propios instintos y en consecuencia serán destruidos por la necedad de esas pasiones.

La Palabra nos ayuda  a entender su fin:

“Recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tiene por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aún mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores”
2 PEDRO 2:13 (RV1960)

Los maestros falsos daban la impresión de que enseñaban la verdad mientras se sentaban con los cristianos en los banquetes de amor ágape en la iglesia, pero aprovechaban esas reuniones para portarse con arrogancia e inmoralidad que corrompían el compañerismo cristiano. Aunque trataban de cubrir su corrupción con lenguaje religioso, eran como manchas repugnantes en la congregación.






03.- PARA ESTAR LISTOS AL REGRESO DEL SEÑOR

Listos de los burladores que vienen antes del Señor:

“Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación”
2 PEDRO 3:3-4 (RV1960)

Una de las razones principales por las que se burlan de la segunda venida de Jesucristo los falsos maestros que no conocen la verdad ni a Dios y que carecen de todo recurso para frenar sus lujurias, es que quieren buscar placeres sexuales impuros sin sufrir consecuencias, sin tener que frenar la retribución divina. Quieren una escatología que se ajuste y se rebaje a su conducta vil.
 (Véase también… 2 PEDRO 2:2)


Listos para esperar pacientemente:

“Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
2 PEDRO 3:8-9 (RV1960)

La razón por la tardanza de la venida de Cristo y los juicios terribles que la acompañan no es que Dios se demore en cumplir su promesa o porque Él quiera juzgar a más personas malvadas, no porque Él sea impotente frente a la maldad. Todo lo contrario, Él retrasa su venida porque es paciente y desea dar todo el tiempo necesario y suficiente para que su pueblo se arrepienta.

Listos para recibirle en cualquier momento:

“Pero el día del señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardientes serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas esas cosas han de ser deshechas, como no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir.”
2 PEDRO 3:10-11 (RV1960)

“santa y piadosa” es la conducta que debe caracterizar la vida del cristiano, siempre separada del pecado y apartada para Dios. La piedad tiene que ver con la reverencia a Dios que debe ser la actitud del cristiano en todos los aspectos de su vida.

Listos para ver los cielos nuevos y tierras nuevas:

“Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán desechos, y los elementos siendo quemados se fundirán; Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”
2 PEDRO 3:12-13 (RV1960)

El nuevo mundo donde mora la justicia requiere que el Señor destruya primero el universo antiguo que había sido sometido a la maldición del pecado.

Listos con diligencia:

“Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.”
2 PEDRO 3:14 (RV1960)

Cuando Cristo regrese, cada cristiano disfrutará la paz de Cristo sin preocupación ni temor alguno por el Día del Señor o el juicio de Cristo.
Tener esta paz significa que el cristiano está seguro y firme en su salvación y en una vida de obediencia a Cristo.





CONCLUSIÓN

1.-  El perseverar en la Palabra de Dios nos abre las puertas a muchas cosas que no podemos encontrar en otro lugar.

2.- Perseverar en su Palabra nos ayuda a ser partícipes de lo divino, de sus bendiciones y de todo lo que podemos encontrar dentro de su Palabra.

3.- Perseverar en su palabra nos da las herramientas suficientes para darnos cuenta de aquellos que enseñan falsa doctrina, saber cómo actúan y el castigo que les espera, para que de ese modo procuremos siempre la verdad.

4.- Perseverar en la Palabra de igual modo nos ayuda a estar preparados para el regreso del Señor Jesucristo, para que no seamos engañados, para resistir a los que se burlan de nuestra espera y para entender la paciencia de Dios, pero sobre todo para entender que cuando Cristo venga por los suyos, veremos la recompensa que no se compara con lo que ahora conocemos.



Que Dios te bendiga grandemente…

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